Por eso puede resultar chocante que se decante por una película como ‘Vórtice‘, que llega a los cines como su obra más madura donde deja sus partes más histriónicas para contar una historia íntima y desgarradora sobre la vejez, la enfermedad y el amor complejo. Esto no parece ser lo que se espera. pero la pelicula acaba escondiendo bajo su superficie varios aspectos de la marca de la casa que la convierten en una experiencia familiar, aunque acabe siendo diferente.
el tiempo lo borra todo
La entrada de la película ya crea un marco concreto. “To All Whose Brain Breaks Before Heart” dice un bloque de título al principio para dejar esta compleja mezcla de melancolía y devastación en nuestras mentes antes de que comience el espectáculo. Entonces vemos cómo guarde esa pantalla dividida que ya le ha dado un buen uso en su fabulosoLux Aeterna‘, aunque aquí tiene un propósito menos epiléptico.
Dario Argento y Françoise Lebrun interpretan a una pareja de ancianos en Francia, con Alex Lutz interpretando a su problemático hijo. Padece una enfermedad neurodegenerativa, y es frecuente su pérdida de orientación y conciencia de lo que hace.
Es un Bloque del Escritor que ya ha asumido las dificultades diarias de sobrellevar la enfermedad de su esposa. Noé asegura que hay una parte de sus experiencias -de estar bloqueado, de tener un ser querido con demencia, de mirar a la muerte a los ojos- en esta película, aunque no es autobiográfica ni pretende venderla como “su historia más personal”.
los la quietud y mesura con que se nos presenta la historia y las interacciones de estos personajes rompen con el curso habitual de sus películas. El toque de las pantallas divididas que muestran diferentes perspectivas en paralelo -un detalle fabuloso que sirve para acentuar la división y la distancia que genera la enfermedad- parece el único elemento no convencional propio de alguien habitualmente provocador.