Con palabras se dice facil: dos Mundiales. En emociones la descripción es más detallada y registra momentos sensibles de causa común para el país colgante seis años.. Orgullo, coraje, baile, alegría, abrazos, identificación, ejemplo, liderazgo, valores, fair play. Equipo.
Eso y más construyeron James y Pékerman en la Selección. Across the pelota y desde un mensaje inspirador marcaron a fuego una etapa con el sello de la mayor participación en una Copa del Mundo, quinta en Brasil 2014 con máximo goleador a bordo.
Los días más felices del equipo germinaron en 2012 con el alma para el piso. El ciclo del DT se movió rápido. Recompuso autoestima, tocó fibras, reasignó liderazgos, sumó puntos, alegró con su juego.
El 10 y su maestro sedujeron a Colombia como héroes nacionales. “Jamás tuve dudas de que éste iba a ser el Mundial de James Rodríguez. Aposté muchísimo con él porque le veía condiciones superlativas”, dijo el entrenador en 2014.