Partido de los jugadores de Chaca
Este punto de inflexión en la historia no podría haber ocurrido sin la ayuda del 10, el futbolista más decisivo. Con el balón en los pies, el Funebrero se ha convertido en un equipo rápido, certero y decidido. Lo demostró en el triunfo 5-0 sobre Alvarado, cuando dio dos asistencias y marcó un gol. Y lo repitió ayer en José Ingenieros. Porque, pese al buen comienzo de los locales, el centrocampista ofensivo de 31 años nunca ha estado nervioso, virtud que ha sabido aportar a sus compañeros.
Almagro rápidamente tomó la delantera con el golpe de Enzo Fernández. Sin embargo, el 1-0 fue un espejismo en la mitad del partido. Poco después, Blanco remató desde el córner para igualar. Y llegó el momento del descanso en el 26′, cuando Dante Cardozo derribó a Hernán Fredes, otro momento destacado de la visita, y el árbitro Sebastián Zunino le mostró al defensa la segunda tarjeta amarilla para que Almagro se quedara con diez.
A partir de ahí, el Chaca desaprovechó todos los errores cometidos por la defensa rival: Santiago Godoy aprovechó el choque entre Marcelo Guzmán y Cristian Aracena (luego saldría lesionado) para revertir el resultado y, antes del descanso, Conechny tropezó y cayó. Blanco permitió 11 y tuvo gran definición para cerrar el triunfo en Ingenieros.
En el complemento, el Funebrero quitó el pie del acelerador y el Habs, con otra tarjeta roja, se fue, aunque sin acierto.